Sobre Estonia

Estonia esta ubicado al Norte de Europa, en la costa del Mar Báltico, y durante siglos ha sido un área fronteriza entre el Este y el Oeste de Europa. Estonia es un país pequeño, con un área de 45.227 km2, similar a la de Holanda. Sin embargo su población es 10 veces menor: 1.4 millones de habitantes.

Los países vecinos son Rusia  en el Este, Latvia en el Sur, Suecia al Oeste y Finlandia al Norte. La historia de Estonia es pintoresca, fruto de ser un pequeño país influenciado por los países vecinos. Durante siglos Estonia fue gobernada por países extranjeros, principalmente Alemania y Rusia, y también Suecia, Dinamarca y Polonia.

En la cultura étnica de Estonia son evidentes antiguas peculiaridades locales. Las influencias extranjeras que fueron incorporadas, han enriquecido, ciertamente, tanto la música folclórica como el arte.  La influencia de los diversos invasores en la antigua cultura de Estonia puede verse en todo el país: los domos ortodoxos rusos, pueblos y villas con nombres suecos, haciendas de estilo alemán y castillos daneses, todo ello hace de este país báltico un lugar único.

Estonia recuperó su independencia en 1918, tras 700 años bajo dominación extranjera. Forzosamente incorporada a la URSS en 1940, recuperó su libertad en 1991, con el colapso de la Unión Soviética. A pesar de siglos de influencias extranjeras, los estonianos han vivido aquí durante más de 13.000 años, siendo una de las naciones más antiguas de Europa.

Estonia es una república con un Presidente como cabeza de Estado. Los estonianos hablan un idioma suave y melodioso, el estoniano, un idioma Finno-Ugrico del grupo de lenguas finlandesas. La moneda local es el Kroon estoniano (EEK). La Estonia moderna se está desarrollando rápidamente y ha habido en los últimos años cambios significativos en todos los aspectos de la vida social y económica.

Hay mucha variedad en un país tan pequeño. Antiguas poblaciones Hanseaticas, grandes áreas de naturaleza virgen con bosques de pinos, playas desérticas de fina arena, pantanos y manglares, casi desaparecidos en el resto de Europa, reservas naturales, pequeñas y grandes islas con molinos de viento de madera y campos de enebro. Estos son tan sólo algunos de los atractivos de Estonia. Además, no encontrarás tan sólo paisajes naturales llenos de paz, sino también bellas haciendas restauradas, antiguas villas pesqueras, iglesias de piedra, casas medievales, recónditos jardines, cafés, tiendas y actividades sin fin. Nuevos hoteles confortables, bellos y acogedores restaurantes, guías y anfitriones cualificados y cordiales, están disponibles para un número de visitantes que va en aumento.  Hay multitud de eventos culturales y una rica tradición de música folclórica, y festivales de música tanto étnica como moderna.

A pesar de su alto nivel de urbanización, los estonianos están estrechamente conectados con la vida rural, y la naturaleza de Estonia es muy variada, para un país tan pequeño.  Hay mucha naturaleza virgen en áreas protegidas, todavía cuenta con grandes bosques y un bello paisaje de suaves colinas y pequeños lagos al sur de Estonia y verdes prados y plácidos ríos en Estonia central. Hacia el norte el paisaje va haciéndose más y más rocoso, hasta finalmente lanzarse al mar desde altos acantilados.

Casi la mitad del territorio de Estonia esta cubierto de bosques. Hay mucho espacio para respirar y disfrutar del suave silencio!